¿Te pasa que estas pensando todo el tiempo en cosas negativas?
Nuestro decir, pensar, sentir y actuar están sumamente relacionados. Cuando logramos modificar alguno de estos cuatro componentes, automáticamente los otros tres cambian para encontrar la coherencia. Por eso, cuando pensamos cosas catastróficas y negativas del embarazo, sentimos ese miedo y angustia intensa. El secreto para salir de estas sensaciones esta en las palabras que utilizamos. Cuando decimos palabras tan determinantes, nuestros pensamientos van construyendo creencias que generan las sensaciones de frustración con la misma intensidad. Son esos mismos sentimientos los que nos llevan a mirar nuestra realidad de una manera única, reforzando las palabras que venimos utilizando. Cuando nos decimos: “Siento que todo está saliendo mal”. “No estoy viviendo el embarazo como siempre lo idealice”. “Nada está pasando como debería”. Escuchate e intenta volvértelo a decir bajando el volumen de la intensidad con palabras más amorosas y compasivas para con vos y tu entorno: “Siento que algunas circunstancias no están saliendo como me imagine”. “Algunos días me cuesta vivir el embarazo como lo soñé”. “De vez en cuando las cosas suceden de la mejor manera posible para este momento”. De esta manera, al decir y pensar de forma más flexible, empiezan a aparecer nuevas sensaciones de tranquilidad y, podemos permitirnos, observar aquellas situaciones, circunstancias y días en donde las cosas SI salen como alguna vez la imaginamos. Este es uno de los tantos ejercicios que hacemos en nuestros talleres para embarazadas, para empezar a construir otra mirada y disfrutar el camino. Si sentís que esto te pasa todo el tiempo y no podes salir del circuito, te sugiero que busques ayuda profesional ya que la salud mental materna SI importa.